El castaño es generalmente una planta que necesita muy pocos cuidados y que se adapta fácilmente al entorno que la rodea, por lo que se puede encontrar en numerosas zonas, incluso muy diferentes entre sí. En Italia, por ejemplo, los castaños están presentes en todas las regiones de la península. A pesar de esta adaptación, cuando pretendas cultivar un castaño en el jardín de tu casa, debes seguir algunas reglas, para asegurarte de que la planta no sufra, no contraiga enfermedades y sobreviva en las estaciones más cálidas y frías. Esta planta consigue encontrar en la tierra las sustancias que necesita gracias a sus raíces, pero durante los meses más calurosos del verano, es decir, julio y agosto, hay que recordar siempre regarla, ya que solo tolera periodos de calor intenso durante unos pocos días. Dos meses de temperaturas demasiado altas debilitarán toda la estructura. Por ello, es fundamental regar el castaño todos los días, en la base del tronco y en toda la tierra que lo rodea, permitiendo así que las raíces absorban la mayor cantidad de agua posible.


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