La morera (morus) es una planta frutal muy interesante, aunque a menudo se pasa por alto y se relega entre los "frutos menores". Tiene a sus espaldas una larga tradición en la agricultura campesina de siglos pasados, en particular porque está ligada a la cría de gusanos de seda, su cultivo solo se ha abandonado en los últimos años. Este árbol produce moras dulces y sabrosas, forma parte de la familia de las moráceas y podemos clasificarlo en dos especies principales: la morera negra (Morus nigra) y la morera blanca (Morus blanca), que se diferencian por el color de los frutos.